jueves, 1 de octubre de 2020

Andrés Pepito

No quiero que “el gobierno entregue los recursos directamente”

En mi no tan lejana infancia, me contaron una interminable serie de chistes de “Pepito” en los cuales, invariablemente, el tema era como el susodicho José era enviado por su mamá, papá o algún adulto responsable a entregar un paquete o dar un recado.

Por el camino, Pepito iba repitiendo el encargo hasta que, por alguna razón, algo lo distraía y su letanía se alteraba y, al llegar con el destinatario, el pequeño aspirante a la dirección de MORENA entregaba mal el producto o confundía mal la información.

Uno pensaría que, después de varias de estas pifias, los adultos responsables habrían inventado un mecanismo para que los productos o la información llegaran a su destino sin estar expuestos a las “gansadas” (nunca mejor usada la expresión), del joven Pepito.

Lo mismo pasa con la “brillante” iniciativa de AMLO para extinguir los diversos fideicomisos que operan el manejo y las entregas del dinero de los mexicanos (que no del gobierno), para diversos rubros como ciencia, cultura o desastres naturales, hay un motivo por el cual se hace así.

El “entregar los recursos directamente”, cosa que nos quieren vender como ventaja ya se intentó y lo que pasaba era que, como con Pepito, siempre algo se interponía en la entrega de los recursos: el uso discrecional de los mismos por parte de las autoridades, emplearlos como recursos para comprar votos, cambiarlos a programas considerados “prioritarios” por el gobierno en turno (el parque acuático Bocas Landia o el Trencito del Sureste) o, simple y llanamente, clavárselos.

Por eso se mete el dinero a fideicomisos, para que se use para lo que es y no se condicione a filias o fobias partidistas. Ah, y para lo que dice el Lic. Andy acerca de “que no haya aviadores”, me consta que hay una enorme cantidad de controles y candados para que, quien recibe dinero de algún fideicomiso, entregue resultados comprobables sobre su gasto, cosa que, con las nuevas disposiciones no existirá.

Y si me preguntan si desconfío del prístino y cuartotransformador gobierno actual y los creo capaces de conejearse nuestra lana, la respuesta es SÍ, de este gobierno y de cualquiera, por eso se hicieron los fideicomisos para quitarles tentaciones y garantizar el uso del dinero.

Si son tan honestos, entonces no tendrían que tener objeción en que existieran controles para acotar cualquier fechoría, a menos que piensen cometerlas, yo no le tengo “lealtad o confianza ciega” a NINGÚN gobierno ni a NINGÚN proyecto maravilloso y, mucho menos, creo que tengan derecho a pedírmelas.

Si hay aviadores (que no lo dudo), no se requiere extinguir los fideicomisos para hacerlo a menos que (ay que desconfiado soy) que estén viendo como le hincan el diente a ese dinero que ni es suyo ni es para lo que ellos lo quieran usar, así que Andres Pepito, saca tus garras de mi lana.

Saludos













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