En mi no tan lejana infancia, me contaron una interminable serie de chistes de “Pepito” en los cuales, invariablemente, el tema era como el susodicho José era enviado por su mamá, papá o algún adulto responsable a entregar un paquete o dar un recado.
Por el camino, Pepito iba repitiendo el encargo hasta que, por alguna razón, algo lo distraía y su letanía se alteraba y, al llegar con el destinatario, el pequeño aspirante a la dirección de MORENA entregaba mal el producto o confundía mal la información.
Uno pensaría que, después de varias de estas pifias, los adultos responsables habrían inventado un mecanismo para que los productos o la información llegaran a su destino sin estar expuestos a las “gansadas” (nunca mejor usada la expresión), del joven Pepito.
Lo mismo pasa con la “brillante” iniciativa de AMLO para extinguir los diversos fideicomisos que operan el manejo y las entregas del dinero de los mexicanos (que no del gobierno), para diversos rubros como ciencia, cultura o desastres naturales, hay un motivo por el cual se hace así.
El “entregar los recursos directamente”, cosa que nos quieren vender como ventaja ya se intentó y lo que pasaba era que, como con Pepito, siempre algo se interponía en la entrega de los recursos: el uso discrecional de los mismos por parte de las autoridades, emplearlos como recursos para comprar votos, cambiarlos a programas considerados “prioritarios” por el gobierno en turno (el parque acuático Bocas Landia o el Trencito del Sureste) o, simple y llanamente, clavárselos.
Por eso se mete el dinero a fideicomisos, para que se use para lo que es y no se condicione a filias o fobias partidistas. Ah, y para lo que dice el Lic. Andy acerca de “que no haya aviadores”, me consta que hay una enorme cantidad de controles y candados para que, quien recibe dinero de algún fideicomiso, entregue resultados comprobables sobre su gasto, cosa que, con las nuevas disposiciones no existirá.
Y si me preguntan si desconfío del prístino y cuartotransformador gobierno actual y los creo capaces de conejearse nuestra lana, la respuesta es SÍ, de este gobierno y de cualquiera, por eso se hicieron los fideicomisos para quitarles tentaciones y garantizar el uso del dinero.
Si son tan honestos, entonces no tendrían que tener objeción en que existieran controles para acotar cualquier fechoría, a menos que piensen cometerlas, yo no le tengo “lealtad o confianza ciega” a NINGÚN gobierno ni a NINGÚN proyecto maravilloso y, mucho menos, creo que tengan derecho a pedírmelas.
Si hay aviadores (que no lo dudo), no se requiere extinguir los fideicomisos para hacerlo a menos que (ay que desconfiado soy) que estén viendo como le hincan el diente a ese dinero que ni es suyo ni es para lo que ellos lo quieran usar, así que Andres Pepito, saca tus garras de mi lana.
Saludos
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